OPOSICIÓN AL GOLPE EN TAILANDIA
Ayer se produjo en Bangkok la primera manifestación contra el golpe de estado del pasado 19 de septiembre. Fueron apenas 100 personas, que condenaron el levantamiento de los militares, defendieron la libertad de expresión y exigieron una vuelta a la legalidad democrática. Los militares respetaron esta manifestación (a pesar de que estaban prohibidas las reuniones de más de 5 personas y las actividades políticas) y no hubo ningún herido ni ningún arrestado.
Estas eran las ideas de los asistentes:
"¡No llaméis a esto una reforma, es un golpe de estado!". "Queremos que los militares dejen de interferir en política y que restituyan el derecho de reunión y la libertad de expresión". "Nosotros también estamos en desacuerdo con Thaksin [el anterior primer ministro] pero creemos que un golpe de estado no es la solución acertada. La reforma tiene que llevarse a cabo en una atmósfera democrática y no bajo una dictadura militar".
Hay que reconocer que la manifestación fue bastante modesta y que el movimiento anti-golpe no parece contar con muchas fuerzas. Peter Hartcher explica por qué el golpe no ha despertado casi indignación entre la población:
1 - El anterior primer ministro era un corrupto, la situación política en Tailandia estaba en crisis desde hacía casi un año y la población más pobre, que era la que apoyaba con más fuerza a Thaksin, sólo tenía voz en las urnas.
2 - El golpe de estado no ha sido violento.
3 - La presencia (y el posterior respaldo) del Rey de Tailandia tranquilizó no sólo a la población (que le venera como si fuera un Dios) sino también a los organismos internacionales y países extranjeros.
Sin embargo, Hartcher se muestra muy crítico con los golpistas:
En realidad, el golpe es un desastre a medio plazo para Tailandia. Vuelve a situar el golpe de estado como herramienta para gestionar las crisis políticas. [...] Convierte a la democracia en un asunto de conveniencia entre los gobernadores en vez de un principio inviolable y la única fuente de legitimidad política.
El golpe en Tailandia nos hace preguntarnos si la democracia está a salvo incluso en algunos países donde pensábamos que ya se había instalado de forma definitiva. Esto da más comodidad y esperanza a los tiranos en todos los lugares del mundo, y en ningún sitio más que en China.
La disposición alegre de los tailandeses no puede disimular que el golpe constituye un día inequívocamente negro para Tailandia.
Así las cosas, Bagkok Pundit apunta dos fechas claves para conocer la reacción de la población y ver hasta qué punto hay una crítica real contra el golpe de estado. Será el 6 y el 14 de octubre, dos fechas históricas muy importantes para el imaginario colectivo tailandés. Veremos como evoluciona la situación en Tailandia.
Links:
International Herald Tribune - In Thai Heartland, scant anger over coup
BBC News - Thai coup worries regional press
Oh! See what the cat drags in - Que se toma medio a broma la manifestación y tiene más fotos. Según ella, había más periodistas en la manifestación que manifestantes.
Estas eran las ideas de los asistentes:
"¡No llaméis a esto una reforma, es un golpe de estado!". "Queremos que los militares dejen de interferir en política y que restituyan el derecho de reunión y la libertad de expresión". "Nosotros también estamos en desacuerdo con Thaksin [el anterior primer ministro] pero creemos que un golpe de estado no es la solución acertada. La reforma tiene que llevarse a cabo en una atmósfera democrática y no bajo una dictadura militar".
Hay que reconocer que la manifestación fue bastante modesta y que el movimiento anti-golpe no parece contar con muchas fuerzas. Peter Hartcher explica por qué el golpe no ha despertado casi indignación entre la población:
1 - El anterior primer ministro era un corrupto, la situación política en Tailandia estaba en crisis desde hacía casi un año y la población más pobre, que era la que apoyaba con más fuerza a Thaksin, sólo tenía voz en las urnas.
2 - El golpe de estado no ha sido violento.
3 - La presencia (y el posterior respaldo) del Rey de Tailandia tranquilizó no sólo a la población (que le venera como si fuera un Dios) sino también a los organismos internacionales y países extranjeros.
Sin embargo, Hartcher se muestra muy crítico con los golpistas:
En realidad, el golpe es un desastre a medio plazo para Tailandia. Vuelve a situar el golpe de estado como herramienta para gestionar las crisis políticas. [...] Convierte a la democracia en un asunto de conveniencia entre los gobernadores en vez de un principio inviolable y la única fuente de legitimidad política.
El golpe en Tailandia nos hace preguntarnos si la democracia está a salvo incluso en algunos países donde pensábamos que ya se había instalado de forma definitiva. Esto da más comodidad y esperanza a los tiranos en todos los lugares del mundo, y en ningún sitio más que en China.
La disposición alegre de los tailandeses no puede disimular que el golpe constituye un día inequívocamente negro para Tailandia.
Así las cosas, Bagkok Pundit apunta dos fechas claves para conocer la reacción de la población y ver hasta qué punto hay una crítica real contra el golpe de estado. Será el 6 y el 14 de octubre, dos fechas históricas muy importantes para el imaginario colectivo tailandés. Veremos como evoluciona la situación en Tailandia.
Links:
International Herald Tribune - In Thai Heartland, scant anger over coup
BBC News - Thai coup worries regional press
Oh! See what the cat drags in - Que se toma medio a broma la manifestación y tiene más fotos. Según ella, había más periodistas en la manifestación que manifestantes.
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