ENTRE MERKEL Y SCHRÖEDER

Las próximas elecciones en Alemania han desestabilizado el país. En The Economist dicen que Alemania cuenta ahora mismo con dos gobiernos: uno, el oficialmente actual, con un Schröeder atacado por todos los frentes y sin posibilidad de maniobrar; y el otro, encabezado por Merkel, a la que todos consideran como nueva canciller del país. Una situación en la que el Gobierno juega a ser oposición y en la que la oposición juega a ser Gobierno.



Mientras tanto, esta campaña de verano está viendo la transformación de Angela Merkel: su programa se ha vuelto menos radical, más en el centro. Merkel parece haber abandonado algunas de las propuestas que defendía cuando estaba claramente en la oposición y ha moderado casi todas sus propuestas, lo que ha venido también acompañado de un descenso de su popularidad.

Esta situación está provocando una gran crisis en el país. Por un lado, parece que los partidos extremistas están ganando puntos de cara a las elecciones. Tanto la extrema izquierda como la extrema derecha pueden recoger los votos de una población enfadada, en paro y con un futuro muy negro. Por eso la posibilidad de un gran gobierno de coalición entre el SPD y el CDU es defendida por algunos como la posibilidad más sensata.

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