miércoles, mayo 25, 2005

SCHRÖDER, CONTRA LAS CUERDAS

Aunque Schröeder se lanzó a la desesperada anticipando las elecciones alemanas, ya le han salido contraataques a izquierda y derecha. Schröeder ha perdido el impulso que le había dado esa iniciativa tan inesperada. Ahora le tocará lidiar la campaña electoral con algunos de sus enemigos.

Lafontaine

Por la izquierda le ha atacado Oskar Lafontaine, quien fuera presidente del Partido Socialdemocráta Alemán (SPD) y que ahora abandona el partido de Schröeder. Él mismo ha dicho que de formarse un nuevo partido de los disidentes del SPD, llamado WASG, probablemente buscaría la unión con el pos-comunistas Partido del Socialismo Democrático (PDS). Al actual canciller alemán le sale un enemigo a la izquierda que le puede quitar muchos votos.

Además, el intento de Schröeder de mantener a todo el SPD unido no ha dado sus frutos.


Angela_merkel


Por la derecha se presenta Angela Merkel, la que puede ser primera mujer canciller. Aunque muchos le critican su falta de carisma y liderazgo político, nadie en la Unión Democristiana (UCD) le puede hacer sombra y es casi seguro que el lunes se anuncie su candidatura de forma oficial. De ganar sería además la primera canciller nacida en el este de Alemania.

En Alemania ya le han puesto el sobrenombre de "La reina del poder" y también se la compara con una version light de Margaret Thatcher. Su victoria supondría un giro en la política internacional alemana: buscar el apoyo incondicional de EE UU e impedir la entrada de Turquía en la UE. En el aspecto económico, el que más preocupa a los alemanes, intentará acabar con las regulaciones del estado, facilitar más el despido y reducir los servicios públicos; es decir, intentará independizar al mercado de las restricciones del Gobierno.

A estos ataques desde todos los frentes se unen también los problemas con los Verdes, que siguen apostando por la actual coalición de gobierno, pero que no piensan hacer una campaña con los socialdemócratas. Esta coalición ha atravesado por momentos difíciles desde su inicio y ante las últimas derrotas electorales la relación puede acabar en divorcio.

En fin, que Schröeder las va a pasar muy canutas.

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