LIVERPOOL - MILAN, MÁS QUE UN PARTIDO
Me encanta cuando algunos grandes periodistas, como suele hacer Santiago Segurola, hablan del fútbol con sabiduría, con encanto, con magia. El fútbol es muchas cosas, y no es sólo un deporte. Mueve mucho dinero, pero también muchos sentimientos. Por eso la final de esta noche de la Copa de Europa será algo más que un partido de fútbol. Será un choque de culturas, como dice Rafael Ramos en La Vanguardia, un enfrentamiento entre dos formas de ver el fútbol, entre dos aficiones míticas del deporte, entre el glorioso pasado del Liverpool y abrumador presente del Milán:
Esta noche chocan en Estambul los trenes de la nostalgia y el poder. El pasado y el presente del fútbol: las cuatro Copas de Europa ya oxidadas del Liverpool y los seis trofeos bastante más lustrosos del Milan. El orgullo proletario de los muelles del mar de Irlanda y el imperio suntuoso de Berlusconi. Dos mundos futbolísticos, la cerrazón italiana y el empuje inglés, dirimen la supremacía europea a las puertas mismas de Asia, entre la neblina del mar de Mármara y la bruma de los narguiles. Allí donde se confunden dos continentes y se mezclan los gritos del muecín -en grabación magnetofónica- con los cánticos de miles de forofos de los reds, ávidos de protagonizar las mismas hazañas que han oído narrar a sus padres y abuelos, de convertir a Luis García en un héroe como Joe Fagan.
Asla yanzl yurumeyeceksin, corean leyendo unas cartulinas desde las terrazas del pub The North Shield, con voz rasposa de tabaco y alcohol. No es un himno nuevo, es la traducción al turco del emotivo ´You will never walk alone`.
La maldición del Liverpool ha durado dos décadas justas, pero un entrenador español ha roto el maleficio. La capital del imperio otomano sabe lo que es un buen pulso. Vive con un pie entre Oriente y Occidente, el velo y los tejanos, el ejército y la democracia, la tradición y la modernidad, el islamismo y la UE... Esta noche la guerra de las culturas llega al fútbol, con el Milan en el rincón de los ricos y poderosos y el Liverpool en la clase media que aspira a más.
Por cierto, que yo me la juego con el Liverpool. "You will never walk alone".
Esta noche chocan en Estambul los trenes de la nostalgia y el poder. El pasado y el presente del fútbol: las cuatro Copas de Europa ya oxidadas del Liverpool y los seis trofeos bastante más lustrosos del Milan. El orgullo proletario de los muelles del mar de Irlanda y el imperio suntuoso de Berlusconi. Dos mundos futbolísticos, la cerrazón italiana y el empuje inglés, dirimen la supremacía europea a las puertas mismas de Asia, entre la neblina del mar de Mármara y la bruma de los narguiles. Allí donde se confunden dos continentes y se mezclan los gritos del muecín -en grabación magnetofónica- con los cánticos de miles de forofos de los reds, ávidos de protagonizar las mismas hazañas que han oído narrar a sus padres y abuelos, de convertir a Luis García en un héroe como Joe Fagan.
Asla yanzl yurumeyeceksin, corean leyendo unas cartulinas desde las terrazas del pub The North Shield, con voz rasposa de tabaco y alcohol. No es un himno nuevo, es la traducción al turco del emotivo ´You will never walk alone`.
La maldición del Liverpool ha durado dos décadas justas, pero un entrenador español ha roto el maleficio. La capital del imperio otomano sabe lo que es un buen pulso. Vive con un pie entre Oriente y Occidente, el velo y los tejanos, el ejército y la democracia, la tradición y la modernidad, el islamismo y la UE... Esta noche la guerra de las culturas llega al fútbol, con el Milan en el rincón de los ricos y poderosos y el Liverpool en la clase media que aspira a más.
Por cierto, que yo me la juego con el Liverpool. "You will never walk alone".
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