SHANGHAI, EL FUTURO DEL PACÍFICO

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Shanghai es la ciudad más cosmopolista, moderna y optimista de China. Aunque las desigualdades entre ricos y pobres son abismales, la ciudad crece a una velocidad de vértigo y el futuro de Asia parece pasar por sus calles. Sus rascacielos apuntan a lo más alto, como China, mientras en sus aceras los letreros luminosos y los centros comerciales se reproducen como hormigas.

Shanghai ha encabezado el milagro económico chino: ha crecido por encima del 10% anual durante los últimos 13 años, en 2004 el PIB aumentó un 13,6% y aporta el 22% del PIB nacional. La inversión extranjera ha crecido espetacularmente y millones de inmigrantes vienen de todo Asia en busca del "sueño chino". Como dice Zhou Guifu, de 48 años, "Shanghai es una gran ciudad, tiene grandes rascacielos y es fácil ganar dinero".

Por eso, la población crece cerca de 600.000 personas al año y ya alcanza los 20 millones de personas. Un crecimiento imparable donde la diversidad y la innovación están a la orden del día. "A la gente le atrae aquí lo nuevo. Mientras a Pekín le gusta hacer las cosas por sí mismo, Shanghai deja a otros, si piensa que lo pueden hacer mejor, y aprende de ellos", dice Peter Hildebrand, director de mercadotecnia del hotel Grand Hyatt, uno de los más caros de la ciudad.

Una ciudad con luces y sombras, capaz de lo mejor y lo peor, pero por la que pasa el futuro de Asia y del Pacífico. La competencia de Nueva York ya está en Shanghai.

Link: El País Semanal ($). Shanghai, el motor de china