BONJOUR, HELLO!!

Montreal es, por encima de todo, una ciudad bilingüe. Aunque forma parte de Québec y la mayoría de la población es de origen francés, el inglés se ha instalado en la ciudad y los dos conviven con una naturaleza pasmosa. La primera noche que pasé en Montreal estaba fascinado por este descubrimiento: por la calle la gente hablaba francés, inglés o una mezcla de las dos. Algunos preguntaban en francés y eran respondidos en inglés. Incluso entre grupos de amigos se combinaban los dos idiomas.

Paseando por las calles la mezcla de los idiomas resulta mágica. Al entrar a las tiendas, de una forma natural, los ciudadanos te reciben con un “Bonjour, Hello”. No sé trata de que en Montreal todos sepan inglés y francés, sino que hablan los dos idiomas casi como su primera lengua. Una magia que se respira por toda la ciudad y que se intensifica en unas noches casi europeas llenas de música y vida universitaria.

Esta mezcla entre el mundo anglosajón y el francés no sólo se percibe en el idioma, sino en toda la ciudad. La parte más antigua, fundada por los franceses, está llena de pequeñas callejuelas, plazas encantadoras e iglesias católicas. Mientras, en el centro de la ciudad los rascacielos se han erigido en protagonistas y se pueden encontrar muchas iglesias anglicanas. Una riqueza lingüística y cultural que enamora desde el primer café.