miércoles, abril 06, 2005

SÁBATO Y LA EDUCACIÓN

Ernesto Sábato es uno de los escritores más grandes en vida, y por eso no me resisto a comentar cualquier cosa nueva que publique. Sábato es un escritor de corazón, un escritor de sentimientos enfrentados, uno de esos maestros que habla desde las entrañas. Sus novelas son auténticas bofetazadas llenas de humanismo. Es una persona que me produce una gran admiración y respeto, un hombre que ha luchado por su país y por los derechos humanos.

En esta ocasión, Sábato ha escrito un artículo para Clarín (que también ha publicado El País) en el que le da las gracias al pueblo español y al Gobierno de Zapatero por haber canjeado la deuda argentina por proyectos educativos. Esta decisión debería ser ejemplar para todos los países desarrollados: cambiar la deuda externa por programas educativos. Así es como se consiguen las llamadas Alianzas de Civilizaciones y así es como se debe acabar con la injusta deuda externa.

Sábato, de 94 años, se muestra agradecido y entusiasmado con la posibilidad de engendrar una sociedad que entienda la educación como motor de desarrollo:

Cuando supe, meses atrás, de esta iniciativa del ministro de Educación argentino, Daniel Filmus, de la mayor importancia, le escribí al presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, y quiero ahora, como entonces, felicitarlo profundamente porque estas decisiones sitúan a la política en un horizonte más humano; la acercan a ese despertar de las conciencias en las que tengo puesta mi mayor esperanza.

Es una gran responsabilidad que a todos nos cabe en la tarea educativa; para comenzar a echar los cimientos de un mundo más humano, para poder luchar por él, aunque no veamos el horizonte, debemos asumir esta responsabilidad como un absoluto.

Debemos urgentemente disponernos para una verdadera educación, en la casa, en la escuela, en calle, a través de la televisión y de la radio. Una educación que sea el resultado de la síntesis de la razón, la poesía, la pasión y la búsqueda de la verdad.

Quiero terminar estas líneas expresando mi profunda gratitud al pueblo de España.

Qué queréis que os diga, a mí me ha tocado.