RINCONES DE PARÍS
Para el amor
hace falta sin duda mucho tiempo
y alguna vocación. Seguramente,
como viejos poetas
descoloridos por la proximidad,
sigamos más que nunca
en los espejos sucios de un café
o recordando el Sena al pie de nuestros besos,
nuestros mejores besos sobre unos labios góticos,
en una primavera demasiado inexperta.
Quizá, después de todo,
nosotros sí vinimos de París.
Luis García Montero.
De su libro "El Jardín Extranjero".
Extracto del poema "Para ser leído muchos años después".
hace falta sin duda mucho tiempo
y alguna vocación. Seguramente,
como viejos poetas
descoloridos por la proximidad,
sigamos más que nunca
en los espejos sucios de un café
o recordando el Sena al pie de nuestros besos,
nuestros mejores besos sobre unos labios góticos,
en una primavera demasiado inexperta.
Quizá, después de todo,
nosotros sí vinimos de París.
Luis García Montero.
De su libro "El Jardín Extranjero".
Extracto del poema "Para ser leído muchos años después".
Etiquetas: Luis García Montero, París, Poesía, rincones
1 Comments:
Muy, muy bonito Luis, aunque he de decirte que discrepo en lo que a “vocación” se refiere… Uno ama si lo siente, la vocación aquí no pinta nada, ya que nunca sabemos lo que puede ocurrirnos…
Un saludo,
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