viernes, julio 08, 2005

SIN SENTIDO

El ataque terrorista en Londres ha puesto de manifiesto una vez más la capacidad organizativa de los terroristas: disponen de armas, personal e infraestructuras. No supone ninguna novedad, pero no podemos olvidarlo. No se trata de un grupo de aficionados que leen el Corán en sus casas y luego saltan a las calles a poner bombas. Matar es relativamente fácil, y si se disponen de medios lo resulta mucho más. La declaración de los supuestos terroristas, donde se anuncian nuevos objetivos (Dinamarca e Italia), indica que tenemos terrorismo para rato.

Algunos analistas tratan de escudriñar los motivos del ataque a la capital británica. La agresión coincide con la reunión del G-8, pero, ¿qué significa eso? ¿Qué mensaje se esconde detrás de este ataque? Londres había sido un objetivo deseado desde la guerra de Irak y en esta ocasión se les había presentado una gran oportunidad: por un lado, las medidas de seguridad se habían concentrado en Gleneagles y habían dejado Londres “desprotegida”; por otro, el G-8 significaba la lucha contra Occidente.

Pero no existe otro mensaje. El terrorismo se caracteriza precisamente por eso, por el fundamentalismo y la falta de sentido común. Los ataques en Londres suponen un paso más hacia el sinsentido, hacia una especie de guerra inventada entre Oriente y Occidente. Buscar otro mensaje encubierto entre las bombas de Londres parece no conducir a ningún sitio.